A demás del arte contemporáneo, se hicieron presentes las tradiciones de nuestro país. A eso de las doce medio día aproximadamente, llegaron inesperadamente las mascaradas y la característica cimarrona. Algunos personajes no podían pasar desapercibidos como lo son la “giganta” y el popular “diablo”. Interpretando las canciones más conocidas por el público, la cimarrona con sus infaltables bombos y platillos deleitaron en la plaza central de la institución a todos sus espectadores. Es importante recalcar que aunque el tiempo ha pasado y muchas de las tradiciones han desaparecido, en la feria se demostró que no es de esta manera.